El Hambre No Espera

El martes 12 de marzo un amplio abanico de organizaciones sociales, gremiales y de la economía popular movilizarán en todo el país. El epicentro de la protesta será el AMBA donde se prevén cortes en los principales accesos a la Capital Federal, siendo el emblemático Puente Pueyrredón la cabecera de la acción.
Es importante que se escuchen las voces de aquellos que se ven afectados y que se busquen soluciones para aliviar las dificultades que enfrentan. Esta movilización se realiza en respuesta al brutal agravamiento de la situación económico-social en los barrios populares de todo el país. Las organizaciones, que han ratificado una política de movilización unitaria, se unirán para expresar su descontento y exigir respuestas urgentes a sus reclamos.
Las razones detrás de esta movilización incluyen:
- Recorte total de la provisión de alimentos: desde el protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich con centenares de cortes a nivel nacional. La falta de alimentos para comedores y merenderos en los barrios populares ha generado una crisis alimentaria en estas comunidades.
- Reformulación y congelamiento de los planes sociales: La reformulación y congelamiento de los planes sociales afecta a miles de beneficiarios y agrava la situación económica de las personas más vulnerables.
- Baja injustificada de beneficiarios del Potencial Trabajo: La reducción injustificada de beneficiarios del programa Potencial Trabajo ha dejado a muchas personas sin recursos y sin posibilidades de subsistencia.
Las organizaciones sociales, que representan un amplio espectro político, se unirán en esta movilización. Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) hasta grupos de izquierda nucleados en la Unidad Piquetera, todas se sumarán a la protesta.
La consigna de esta movilización es clara: “El hambre no espera”. Es un llamado urgente a la acción y una muestra de la unidad de acción del sector en la historia de Argentina
La situación económica ha tenido un impacto devastador en los barrios populares. Estas comunidades, ya vulnerables, han enfrentado una serie de desafíos debido a la crisis económica. Aquí hay algunas formas en que la situación económica ha afectado a los barrios populares:
- Escasez de alimentos: La falta de recursos económicos ha llevado a una reducción en la provisión de alimentos para comedores y merenderos en los barrios populares. Muchas familias luchan por acceder a una alimentación adecuada, lo que ha generado una crisis alimentaria.
- Desempleo y precariedad laboral: La recesión económica ha resultado en pérdida de empleos y trabajo informal. Las personas en los barrios populares a menudo trabajan en sectores vulnerables, como la construcción o el comercio ambulante, y han enfrentado dificultades para mantener sus medios de vida.
- Reducción de planes sociales: Los planes sociales que brindaban apoyo económico a las familias más necesitadas también han sido afectados. La reformulación y congelamiento de estos programas ha dejado a muchas personas sin una red de seguridad financiera.
- Acceso limitado a servicios básicos: La falta de recursos económicos dificulta el acceso a servicios básicos como salud, educación y vivienda. Las familias en los barrios populares a menudo enfrentan condiciones precarias y carecen de acceso a servicios esenciales.
La situación económica ha exacerbado las desigualdades existentes en los barrios populares de Argentina, afectando negativamente la calidad de vida de quienes viven allí. Es urgente que se tomen medidas para abordar estas dificultades y brindar apoyo a las comunidades más vulnerables.