El papa Francisco envió a la población de Rosario un mensaje a través del cual lamentó el acecho del narcotráfico en esa ciudad de la provincia de Santa Fe y llamó a “rehabilitar la política” e investigar la corrupción que permite el caos que se vive allí. “Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario”

 Bergoglio hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad e hizo hincapié en el privado: “Hay una gran tarea por delante en el sector empresarial, no sólo en impedir la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas, sino también en su compromiso social”. “Comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”, pero “en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales, con la colaboración de todas las instituciones”, subrayó en el video que fue inmediatamente difundido por el Obispado de Rosario.

El lugar donde Manuel Belgrano la izó por primera vez nuestra bandera Nacional, allí se esconde un flagelo que ha convertido la vida de muchos rosarinos en una pesadilla: el narcotráfico.

El narcotráfico en Rosario, una ciudad ubicada en la provincia de Santa Fe, Argentina, ha sido un problema persistente y preocupante. Aunque no se puede atribuir exclusivamente a la dictadura, hay evidencia de que su crecimiento se relaciona con varios factores históricos.

  • Desindustrialización en la década del 90: Durante esa época, la economía argentina experimentó una desindustrialización significativa. La pérdida de empleos en la industria manufacturera y la falta de oportunidades laborales llevaron a la vulnerabilidad de ciertas comunidades. En este contexto, el narcotráfico encontró terreno fértil para expandirse.
  • Ubicación estratégica de Rosario: La ciudad está estratégicamente ubicada en la Hidrovía Paraguay-Paraná, uno de los principales canales de transporte del país. Además de trasladar productos agrícolas como la soja, también se utiliza para el contrabando de drogas, especialmente cocaína, con destino a Europa y Oceanía.
  • Violencia y luchas entre bandas: Rosario ha experimentado una lucha constante entre bandas por el control del tráfico de drogas.

 

Rosario, la tercera ciudad más grande de Argentina, ha estado en el centro de la atención debido a la creciente violencia relacionada con el narcotráfico. Aquí hay algunos datos clave para entender la situación:

  1. Homicidios Dolosos: En 2022, Rosario registró una tasa de homicidios dolosos de 22,1 por cada 100.000 habitantes, lo que quintuplica la tasa nacional. Más del 70% de estos homicidios están asociados a organizaciones criminales y la mayoría fueron planificados
  2. Causas Geoestratégicas: Rosario se ha convertido en una base de operaciones para el narcotráfico debido a razones geoestratégicas. En un radio de 70 kilómetros alrededor de la ciudad, hay una treintena de puertos a lo largo del rio Paraná dedicados a exportaciones agroindustriales
  3. Respuesta del gobierno: el ministerio de justicia de la nación ha anunciado medidas para combatir la violencia y los delitos relacionados con el narcotráfico en rosario
  4. Impacto institucional: la crisis ha llevado a tensiones entre el gobierno nacional y provincial, y se han tomado medidas como el envió de 1400 gendarmes

La situación en Rosario es compleja y multifacética, y las autoridades están trabajando para abordar estos desafíos.

A fines de diciembre se implementó el Plan Bandera, un operativo en el que fuerzas federales trabajan a la par de las provinciales para combatir el crimen organizado, desde ese momento se fueron tomando medidas para potenciar el accionar de las fuerzas de seguridad, “un plan de contingencia y emergencia operacional, que va a volcar todos los recursos disponibles a la prevención en calle”, separando a prisioneros de por nivel de gravedad y condenas, intervención de barrios,  según un comunicado del gobierno,  el gobierno nacional puso en marcha un comité de crisis y anunció el envío a Rosario de las Fuerzas Armadas para ser sostén logístico y táctico de todas las fuerzas federales que ya están operando (incluyendo a la policía, la prefectura y la gendarmería). El presidente Milei reveló que analiza ampliar las facultades del ejército en Rosario.

“Estamos evaluando enviar (al Congreso) una nueva Ley de Seguridad Interior que permita que las Fuerzas Armadas puedan tomar algunas acciones adicionales”

Están quienes ven con preocupación que los militares vuelvan a ejercer la fuerza dentro del país, tras las violaciones a los derechos humanos que cometieron muchos de sus integrantes durante los “años de plomo”, en los 70 y 80 (crímenes que se siguen juzgando hoy). la ministra precisó que la nueva normativa prevé que “las armas podrán ser utilizadas en situaciones de peligro inminente de muerte del propio agente o de ciudadanos frente a un ataque, para impedir la comisión de un delito cuando es particularmente grave, cuando un delincuente ponga resistencia a la autoridad o para impedir que se fugue”.

Aunque el narcotráfico en Rosario no comenzó exclusivamente durante la dictadura, su crecimiento y persistencia están relacionados con una combinación de factores históricos, económicos y geográficos. La lucha contra este problema sigue siendo un desafío importante para las autoridades y la sociedad en general.

La situación en Rosario es realmente grave. En los últimos días, cuatro trabajadores han sido asesinados, los que refleja la brutalidad de los grupos narco-criminales que parecen actuar sin que el estado pueda ponerles límites. La ciudad esta parcialmente paralizada, con suspensión de clases en las escuelas públicas y limitaciones en el servicio de transporte

Rosario se ha convertido en una anomalía narco en Argentina, con una batalla territorial caótica entre bandas que luchan por controlar áreas específicas para el narcotráfico.   Los problemas son estructurales, y aunque algunos líderes de bandas están presos, la comunicación entre la cárcel y el territorio persiste. Se necesita un mayor control de las armas que circulan por las calles. Además, este fenómeno no se limita a Rosario; otros distritos en Argentina también enfrentan situaciones similares.

 

Compartimos con ustedes las palabras del Papa Francisco:

En un momento de crisis, como los que vive la ciudad de Rosario, comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad. No obstante, sabemos que en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales, con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad. Es necesario fortalecer la comunidad. Todo Pueblo tiene en sí mismo las herramientas para superar aquello que atenta contra su propia integridad, contra la vida de sus hijos más débiles. Nadie de buena voluntad puede sentirse excluido ni ser excluido, de la gran tarea de que Rosario sea un lugar en el que todos puedan experimentarse hermanos.

“Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario. Es necesario rehabilitar la política, que «es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común» (FT 180). Todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social. La alternancia de las gestiones deben sostener la continuidad de los procesos de cambio. Es necesario trabajar no sólo sobre la oferta, sino también sobre la demanda de drogas, a través de políticas de prevención y asistencia. El silencio del estado en esta materia solo naturaliza y facilita la promoción del consumo y comercialización de las mismas.

“En un contexto como éste, es necesario que el sistema democrático vele por la institucionalidad de la Justicia, de tal manera que pueda ser independiente, para investigar los entramados de la corrupción y del lavado de dinero que facilitan el avance del narcotráfico. Cada miembro del Poder judicial es responsable de custodiar su integridad, la que comienza por la rectitud de su corazón. Asimismo, es de agradecer a todos aquellos hombres y mujeres que con su compromiso silencioso con la justicia, muchas veces, ponen en riesgo su propia vida por el bien común en un contexto tan deshumanizado.

“El empresario es una figura fundamental de toda buena economía: no hay una buena economía sin un buen empresario. Lamentablemente, tampoco hay una mala economía sin la complicidad de una parte del sector privado. Hay una gran tarea por delante en el sector empresarial, no sólo en impedir la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas, sino también en su compromiso social. Hay grandes ejemplos de ellos en la vida del empresariado argentino, entre los que se encuentra Enrique Shaw. Nadie se salva solo, aun en los barrios privados, se puede encontrar la inseguridad y la amenaza del consumo para los propios hijos. La paz es una empresa que exige de la creatividad y compromiso de todos aquellos que tiene el don de emprender e innovar y ustedes saben como hacerlo. Gracias por ello.

“Dado que, en todo sistema mafioso, los pobres son el material descartable los invito a aunar esfuerzos para que el Estado y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables. Los mismos pueden crear condiciones para que los niños, adolescentes y jóvenes tengan un desarrollo humano integral, para un futuro superador al que tuvieron sus padres y abuelos. Todas las instituciones sociales, civiles y religiosas debemos de estar unidas para hacer lo que mejor sabemos hacer: crear comunidad. Rosario cuenta con una gran riqueza de instituciones al servicio de los demás. Todos podemos colaborar y ser parte de los espacios deportivos, educativos y comunitarios. El temor siempre aísla y paraliza. No teman comprometerse junto a otros para ser respuesta pacífica e inspiradora.

“La Iglesia como Madre y samaritana siempre es llamada a acompañar espiritual y orgánicamente, a los familiares de las víctimas que han perdido su vida a causa de la violencia, a los enfermos, a quienes viven el flagelo de las adicciones y a sus familiares, a quienes están presos y luego necesitan un camino de reinserción, a quienes viven en situaciones de vulnerabilidad extrema. La parroquia es la Iglesia que se hace vecina, es la comunidad donde todos pueden experimentarse amados. Para muchos niños, adolescentes y jóvenes vulnerables será la única experiencia de familia que tendrán la oportunidad de conocer. En estos tiempos, la caridad será el anuncio más explícito del Evangelio para una sociedad que se siente amenazada.

“La Virgen del Rosario, intercede día y noche por todos sus hijos, sobre todo como suelen hacerlo las madres, con diligencia especial por quienes tienen mayores fragilidades”.

 

Staff y Editores

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