¡POR UNA CARNE DE ACCESO POPULAR!

Con la finalidad de bajar el precio de la carne, el Gobierno Nacional anunció un cierre de exportación al rubro por 30 días. Una medida que nos recuerda a la tomada por Néstor Kirchner durante su gestión, y que tuvo una resistencia muy fuerte en los sectores del agro y frigoríficos afectados. Como era de esperar la respuesta del sector no se hizo esperar y anunciaron un cese de comercialización de carne vacuna hasta el viernes que viene.

El precio de la carne, es un tema difícil de entender, tanto desde el punto de vista de la regulación del mercado, como desde un enfoque social.
Una nación agro ganadera por excelencia no puede obligar a sus ciudadanxs a pagar las cifras actuales por los cortes clásicos de la mesa familiar. En un proceso económico normal si la demanda cae, el precio debería caer, este punto de vista fue tomado por Alberto Fernández quien antes de anunciar la medida celebró que Argentina exporte carne, pero le reprochó a los responsables del sector que  “No es posible que los argentinos terminemos pagando por la carne un precio sideral solo porque predomina la idea de mandar la carne al exterior”.
Alberto le aclaró a los principales responsables del sector agrupados en el Consocio ABC, que espera que la medida de resultados rápidos y así terminar con la restricción antes del tiempo estipulado. Además denunció que es un despropósito que a lxs argentinos “les den una migaja de 8 mil toneladas de carne cuando acá se consumen 200.000”, haciendo referencia a los cortes vigentes en los planes de precios cuidados y las ferias de “Carne para Todos”.
Desde la Mesa de Enlace, mostraron una oposición total a la restricción y ya tomaron medidas contra el gobierno nacional, y contra la población anunciando un cese de comercialización que concluirá el fin de semana que viene, además denuncian que la restricción generará “un daño irreparable un sector productivo que genera empleó y actividades en todo el territorio nacional”.
La puja esta en marcha, se implementó la no exportación, y resta esperar que tenga un resultado económico favorable para lxs millones de argentinxs que esperan poder acceder nuevamente a las tradicionales comidas de este suelo.


La oposición ya habla de “comunismo” como si fuera posible en una estructura social comunista que las grandes tierras de una Nación se encuentren distribuidas hereditariamente por un sector poblacional escaso, que las posee desde periodos antiquísimos, contra una ciudadanía en general que pelea por acceder a un pedazo de tierra para poder vivir.
Cuando escuchemos “el campo somos todos” tengamos muy presente que no vamos a estar interpelando con “chacareros” que laburan “24/ 7” la tierra, sino que estaremos haciéndolo con los grandes terratenientes, “señores feudales” de está tierra.
El sector agropecuario es esencial para el desarrollo de un país, principalmente para una nación escasamente industrializada, el acceso del pueblo a alimentos a precios razonables también.

Staff y Editores

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