25 DE MAYO DE 1810 “SEAN ETERNOS LOS LAURELES” “LA VIDA ES NADA SI LA LIBERTAD SE PIERDE (MANUEL BELGRANO)

La Revolución de Mayo de 1810, fue el hito histórico fundante de nuestra Nación. Inicio simbólico de un pueblo libre y soberano, cuyas ideas y valor nos siguen invitando a trabajar por un país más igualitario, justo y solidario.
Existe aún en nuestros días una versión sacralizada y tibia de los hechos sucedidos en las tierras del Río de la Plata hace ya más de 200 años. Esta mirada ha construido un paradigma sobre “el mito” fundante que no permite análisis, no interpela al hecho histórico en sí, ni a sus causalidades. Básicamente, se presenta al 25 de mayo como un día patriótico en el cual se despierta el espíritu oprimido de un pueblo y, con esta motivación, se libera a un país entero de la opresión española. Es propósito de este artículo romper con esta visión y aportar un breve contexto histórico a esta fecha tan arraigada en el sentir nacional. El cúmulo de situaciones que derivaron en la Revolución de mayo, fueron tan diversos que van desde lo abstracto- las nuevas ideas ilustradas promulgadas desde la Revolución francesa- hasta hechos concretos como la invasión de Napoleón a España, que derivó en la ausencia del poder de la Corona en las colonias.
Las revoluciones norteamericana, francesa y haitiana, se dieron al mismo tiempo que la monarquía española entra en crisis. Un nuevo orden mundial, amenazaba con aplastar a los antiguos regímenes.
En el Río de la Plata, las invasiones inglesas de 1906 y 1807, dejaron de manifiesto la incapacidad de los virreyes para proteger la ciudad, a la vez evidenció el poder que la sociedad organizada poseía.
Una España invadida y un virreinato débil, sin legitimidad, derivaron en la formación de “Juntas de gobiernos vecinales”, en las cuales se comenzaban a formar los ideales que confluirían aquel 25 de mayo. El pueblo de estas tierras, comenzaba a decidir sobre su futuro: ¿sistema centralizado o federal?, ¿libertad o autonomía?, ¿privilegios o igualdad?. Las posturas adoptadas fueron tan diversas como los 40 años de guerras civiles posteriores a 1810 demostraron, pero eso es otro tema.
Si bien una gran mayoría de la élites querían solamente lograr una autonomía suficiente que les permita comercias con Gran Bretaña (representante de la industrialización), también estaban Belgrano y Castelli que alzaban la bandera de la INDEPENDENCIA Y LIBERTAD a capa y espada. Los patriotas independentistas asegurarían la fortaleza del movimiento con la figura de Cornelio Saavedra, a quien la Independencia y la Revolución no movilizaban, pero que jugó un papel central para la instauración del primer Gobierno patrio debido a que era miembro de los altos sectores de la sociedad y poseía las armas.
No es nuestra intención ser injustxs con nuestros próceres, pero resulta significativo destacar las figuras de Belgrano, Castelli y Moreno, quienes fueron el motor de la Revolución, hombres cuya valentía y coraje para luchar por sus ideales, por la libertad del pueblo, traspasan toda época.
“QUIERO MÁS UNA LIBERTAD PELIGROSA QUE UNA SERVIDUMBRE TRANQUILA”, Mariano Moreno
“LA MUERTE SERÁ LA MAYOR RECOMPENSA DE MIS FATIGAS, CUANDO HAYA VISTO YA EXPIRAR A TODOS LOS ENEMIGOS DE MI PATRIA, PORQUE ENTONCES NADA TENDRÁ QUE DESEAR MI CORAZÓN Y MI ESPERANZA QUEDARÁ EN UNA ETERNA APATÍA, AL SER ASEGURADA PARA SIEMPRE LA LIBERTAD DEL PUEBLO AMERICANO”, J. J. Castelli.

Staff y Editores

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