El Gobierno anuncia inversiones chinas por u$s 23.700 millones: Argentina se suma a la Ruta de la Seda

El acuerdo fue aprobado por Alberto Fernández en el marco de su visita a China, donde se reunió con Xi Jinping. De qué se trata y a qué sectores llegarán las obras y el financiamiento. La Argentina se unió a la Franja y la Ruta de la Seda, una iniciativa de China para estimular el flujo del comercio y las inversiones.
La Franja y la Ruta de la Seda es un proyecto económico de la República Popular China que invoca la antigua Ruta de la Seda para potenciar los vínculos con el resto del mundo a través de la creación de dos grandes rutas comerciales, una marítima y otra terrestre, que unirán al gigante asiático con el corazón de Europa, África y América Latina.Con este mega proyecto el país asiático busca traer a la actualidad la legendaria ruta comercial por la que fluyó el comercio entre China y Europa a través de Asia Central.
La Nueva Ruta de la Seda tendrá dos grandes ejes:
En primer lugar, una vía terrestre que una China con Pakistán, Afganistán, Turquía, Rusia, Kazajistán, Turkmenistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Europa mediante los Balcanes hasta llegar a París
En segundo lugar, el control de una ruta marítima para llegar a América Latina, África y Medio Oriente,
Un total de 139 países están adheridos, entre los cuales hay 30 europeos, 37 asiáticos, 54 africanos y 13 de América Latina.
El primer país latinoamericano en unirse fue Panamá, pero más tarde se sumaron Antigua y Barbuda, Barbados, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guyana, Jamaica, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
No es requisito estar dentro del proyecto para recibir inversiones chinas y, de hecho, Argentina recibió financiamiento chino desde 2018 sin estar incluida. Ahora, recibirá inversiones chinas por u$s 23.700 millones.
El financiamiento es a través de instituciones financieras privadas o gubernamentales chinas y organismos internacionales
Para China, el objetivo no es solo económico sino que lo ve como un modelo de desarrollo para combatir el extremismo y el separatismo en su región más occidental, Xinjiang, vulnerable a la instabilidad de Asia Central y Medio Oriente.
De esta manera, evita involucrarse en conflictos políticos en los países vecinos a la vez que contribuye a su pacificación mediante el desarrollo económico.