La lucha continúa hasta la victoria final. “Siempre acredité que íbamos a ganar esta elección y quiero decirle que vamos a ganarla”. Dijo Lula.

Lula le ganó la primera vuelta a Jair Bolsonaro con algo más del cinco por ciento de diferencia pero no le alcanzó para evitar el segundo turno electoral. Ese era su objetivo. Aunque llegó hasta el 48,36 por ciento. A las 21.26 del domingo se informó oficialmente que no habría definición. La espera se prolongará hasta el 30 de octubre para saber quién será el futuro presidente de Brasil.

A pesar de la diferencia marcada a favor del candidato opositor  alrededor de 6 millones de votos no pudo derrotar de manera concluyente el proyecto de continuidad de un político que perdió con claridad, pero mantiene intactas sus chances de dar vuelta una votación que tuvo otros vencidos.

Lula y los principales referentes de su partido hablaron a las 22 desde el Novotel Jaraguá.

Bolsonaro hizo declaraciones desde Brasilia ante un grupo de periodistas. Estaba acompañado por su hijo Flavio, senador en ejercicio. El presidente se mostró medido aunque filoso y poco diplomático en política exterior.

La elección en cada Estado fue muy pareja. Lula se impuso para presidente en catorce y Bolsonaro en trece de los veintisiete.

Los primeros cómputos daban a Bolsonaro al frente de la elección presidencial pero no con números definitorios por el bajo porcentaje de votos escrutados. Esa tendencia se mantuvo durante un par de horas hasta que a las 20,03 Lula pasó adelante con el 73 por ciento de los sufragios procesados. El líder histórico del PT superó por primera vez en la noche a su rival con el 45,99 % contra el 45,29.

La noticia pulverizó a la mayoría de las encuestas que hasta el sábado mismo daban a Lula vencedor sin necesidad de un segundo turno. Lo que se percibía como el desenlace más difícil de evaluar, la posibilidad de un balotaje quedó rápidamente esclarecido con los primeros porcentajes escrutados.

La visión del vaso medio lleno para Lula y su Partido de los Trabajadores es que ahora, confirmada su victoria en primera vuelta, Bolsonaro deberá revertir el resultado que lo ubicó poco más de cinco puntos por debajo en el escrutinio. Los guarismos finales escrutados el 99,67 de los votos fueron 56.986.258 para Lula y 51.004.634 para el ex militar.

Entre los candidatos que quedaron lejísimos de Lula y Bolsonaro, y que ahora podrían ser árbitros de la segunda vuelta.

En sus votantes puede estar una de las llaves que defina el balotaje. Aunque el dato clave es que hubo 32.660.681 personas que no fueron a votar. Sobre esa masa crítica de electores irán ahora Bolsonaro y Lula.

 

 

Staff y Editores

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