Recuperamos nuestro mural

Recuperamos el mural en defensa de Nuestra Democracia, por MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA hemos pintado una vez más el mural que nos representa, un mural que es parte de nuestra historia
En toda la REPÚBLICA ARGENTINA, este 2023 el “Día de la Restauración de la Democracia” fue declarado por la Ley N° 26.323 en conmemoración de la fecha de recuperación del Estado de Derecho y de la finalización de la última Dictadura Cívico Militar, y con ella, de la violación sistemática de los derechos humanos. En ese marco, el pueblo argentino también recobró los derechos sociales y políticos y la forma de vida democrática, la representación de la voluntad popular, la libertad de expresión, de participación y la eliminación de la censura. La promoción de la enseñanza del pasado reciente se sostiene en la idea de que los Derechos Humanos son conquistas sociales y que su transmisión contribuye a una mayor responsabilidad ciudadana, participación política e inclusión social. La enseñanza del pasado reciente y la educación en y para los Derechos Humanos constituye un aporte fundamental para la construcción de una nación justa, equitativa, y desarrollada económica y socialmente. Esta tarea se vuelve aún más necesaria en el presente porque nos invita a pensar la vida colectiva con vistas a formar ciudadanías activas, cuya responsabilidad se alimenta, entre otros factores, de sentirse parte de un pasado común. En 1983 en Argentina comenzó un nuevo ciclo político. Desde entonces, el pueblo argentino ejerce ininterrumpidamente el derecho a votar, sosteniendo la democracia como premisa fundante de la vida en común, con diferencias y espacios para los desacuerdos, marcando un corte con un pasado reciente signado por persecuciones, proscripciones, exilios y desaparición de personas. Conmemorar los 40 años de democracia es una nueva oportunidad para comprometer a la comunidad en la construcción de nuevas ciudadanías, con mejores presentes y futuros respetuosos de las diferencias y diversidades en la búsqueda de lo común.
Las nuevas generaciones aprenden y nos enseñan formas de convivencia democráticas y participación, se despliega una pedagogía del cuidado, se educa desde los principios de Memoria, Verdad y Justicia, se sostiene el reclamo por la soberanía argentina en las Islas Malvinas, entre otras cosas, a través de la educación sexual integral, se aborda la riqueza de la diversidad en un marco de igualdad de derechos. La escuela tiene un lugar privilegiado para pensar la democracia, y es, además, la puerta de acceso para conocer, garantizar, proteger y promover derechos. El camino transitado en estos cuarenta años no fue lineal. Existieron avances y retrocesos, conquistas y pérdidas de derechos. Junto con profundas crisis sociales, políticas y económicas, también existieron momentos de felicidad colectiva. Tal vez lo que permitió, aun en contextos adversos, sostener la democracia como la premisa fundante de nuestra vida en común fue la voluntad de trazar un corte con un pasado signado por persecuciones, proscripciones, exilios y personas desaparecidas. Al mismo tiempo, la democracia ganó apoyos populares en la medida en que condensaba una aspiración colectiva: la de constituirse en un marco en el cual fuera posible construir un proyecto común orientado a democratizar las distintas dimensiones de la vida social, desde la política hasta la economía, desde la cultura hasta la comunicación, desde las instituciones públicas hasta las familias. , la democracia argentina tiene deudas pendientes y una historia de ampliación de derechos que sigue en construcción. Generar recorridos que promuevan el respeto y la solidaridad, valoren la diversidad y reflexionen sobre una convivencia plural y democrática. después de la última dictadura militar, pensar en derechos ciudadanos resulta indisociable del paradigma de los Derechos Humano
Recoger las luchas del movimiento social de estas últimas cuatro décadas. Esta agenda incluye, además de la educación en la memoria, el sistema integral de protección de las infancias y adolescencias, la educación ambiental, la educación sexual integral, y el desarrollo de esquemas de convivencia basados en el respeto mutuo y en los cuidados, poner en diálogo las demandas reivindicativas del movimiento social con las políticas públicas educativas centradas en el reconocimiento de Derechos Humanos
La Ley de Educación Nacional N.° 26206 (2006) señala en su artículo 3° que “la educación es una prioridad nacional y se constituye como política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación
Historiar los derechos significa hablar de las y los trabajadores, de las mujeres, de las y los campesinos, entre otros, es decir, de la participación social en cada momento histórico. En relación con esto, hay que tener presente que la organización que se ha dado a los Derechos Humanos al dividirlos en generaciones de derechos responde a la
necesidad de explicar la forma en que se fue construyendo el derecho internacional de los Derechos Humanos
Es importante entonces considerar que los Derechos Humanos tienen distintas puertas
En sociedades como la nuestra, atravesadas por violaciones masivas a los Derechos Humanos en el pasado reciente, es importante también destacar que el abordaje de este tema tiene el objetivo de construir pensamientos críticos que no permitan justificar ni aceptar ningún tipo de crimen de lesa humanidad. Al mismo tiempo, deben brindar las herramientas para comprender la diferencia entre un gobierno democrático y una dictadura, basándose en la ilegitimidad del poder como principio central para distinguir una u otra situación. Esto, entre otras cosas, permite evitar la distorsión de los hechos históricos.