Toma del Mariano Acosta : Las tomas de colegios se multiplican.

El pasado viernes por la tarde, alumnos de la escuela secundaria Mariano Acosta ubicada en el barrio porteño de Balvanera, tomaron el colegio exigiendo que se apruebe el proyecto de Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada en las Instituciones Educativas, también expresaron su oposición a las Acap (actividades de aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores) que consisten en prácticas laborales obligatorias establecidas por el Ministerio porteño de Educación para los alumnos del último nivel secundario de la Ciudad de Buenos Aires, como así también mejoras edilicias y mayor seguridad.
Según los jóvenes que tomaron el colegio, afirman que las viandas entregadas por el gobierno “no alcanzan ni para la mitad del estudiantado y encima no tienen un valor nutricional”; respecto de las jornadas escolares durante los sábados, “no fue ni un poco charlado con nosotros y queremos participar de estas decisiones”; hay reclamos por supuesta persecución política a los centros de estudiantes.

Julio Pasquarelli vicerrector del colegio Mariano Acosta ,por su parte, reafirma los dichos de la estudiante: los reclamos formales fueron hechos “cien y mil veces”. “A los directivos la toma del colegio no nos parece lo mejor como método, creemos que la lucha está en el aula. Pero comprendo perfectamente a estudiantes que terminan con medidas muy extremas cuando no encuentran respuesta, porque nos pasa a los directivos también, nos cansamos de ir por los carriles que deberían funcionar y no funcionan”

Pasquarelli también realizó su descargo con respecto a la decadencia y malas condiciones que deben estudiar los alumnos del Acosta “Cuando asumimos con el rector en diciembre encontramos una escuela devastada por la pandemia y con serios problemas de infraestructura y mantenimiento: vidrios y puertas que se caen en las aulas, vidrios sin laminado de seguridad, contra la normativa. persianas que se caen a la calle, techos con goteras, cortes de luz porque no hay mantenimiento, en junio se hizo un frazadazo porque la semana de más frío no funcionaban las calderas”, enumera. “Hicimos todos los reclamos posibles para la restauración de un edificio histórico que se está viniendo abajo, cuyo arquitecto principal fue el mismo que el del teatro Colón”.

El Colegio Mariano Acosta ocupa media manzana del barrio de Balvanera y tiene 4 niveles, de inicial a terciaria. Allí estudian, en diferentes turnos, más de 2 mil estudiantes. “No alcanzan las aulas y hay un pedido de reforma que nunca se concreta”, denuncian las familias. El vicerrector confirma otra de las denuncias: desde hace un mes la secundaria no tiene educación física porque el Gobierno de la Ciudad dejó de pagar el alquiler al Polideportivo que está enfrente, adonde va este nivel porque la primaria ocupa el patio de la escuela.

Además de estas denuncias, las autoridades reclaman que en el marco de la toma, un empleado de la empresa de mantenimiento de la Mig SA ingresó a cortar intencionalmente la luz.
Pasquarelli suma una amenaza muy particular que recibió el sábado, cuando salió de la escuela después de pasar toda la noche cuidando a los alumnos en la toma, con el colegio sin luz: “Llegué a mi casa, dormí unas horas y volví a salir, para ver desde afuera si necesitaban algo. Cuando estoy subiendo a mi vehículo, que había dejado estacionado frente a mi casa, encuentro una nota en el parabrisas que decía que me cuidara, porque no iba a poder aguantar una toma más”, relata. Cuenta que fue a la comisaría a hacer la denuncia y lo derivaron a una denuncia online.

Como respuesta, el gobierno porteño subió la apuesta: anunció mediáticamente una denuncia penal a las familias de los chicos que están tomando el colegio. Padres y madres consultados por este diario aseguran que “nadie recibió ninguna notificación aún”, lo mismo confirman desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, pero aseguran que durante la toma, cuando fueron a asistir a sus hijos mientras estaba la luz cortada, recibieron esa amenaza. La vía judicial tiene al menos un antecedente: en 2019 un fiscal imputó a 43 padres por las tomas que habían hecho sus hijos el año anterior. Todo quedó en la nada.

Por otro lado, en el día de ayer comenzaron a sucederse otras tomas en diferentes escuelas  porteñas: el Lengüitas, el Lorca, la Escuela de Cerámica N°13, el Normal Mariano Moreno, la Padilla, el Liceo 5 (el lunes por la noche comunicaba un conflicto por el motivo de que las autoridades se negaban a firmar las actas de la toma, como indica el procedimiento).También se sumaron otras con pernoctes: el Pasteur, el Cortázar, el Normal 8; y varias más, como el Esnaola, con asambleas anunciadas para mañana y mociones de toma ya expresadas.

Finalmente Isabella Spatola, integrante del Centro de Estudiantes de la institución educativa ubicada en el barrio porteño de Balvanera, comentó a la prensa que levantaron la toma esta mañana a las 7  para que otros niveles puedan tener clases, aunque afirma que quedarán en estado de asamblea hasta obtener respuestas a sus reclamos.
El resto de las escuelas continúan con las tomas.

Staff y Editores

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