El agua comenzó a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street y su precio fluctuará como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo.
Nada menos que el agua, recurso primordial para el desarrollo de la vida, comenzó a cotizar en Wall Street. Desde el mercado financiero nos dicen que el miedo a la escases futura global hace que sea inevitable ponerle un precio a este recurso con el fin de tener una mejor gestión del riesgo asociado a la falta de agua, y actuar en pos del mantenimiento del mismo.
El índice Nasdaq Veles California Water Index, que rastrea el precio del agua, está basado en los precios de los futuros del agua en California que cotiza a unos 486,53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos.
La buena intención de los mercados no es algo con lo que nos hayamos encontrado a lo largo de la historia, ni siquiera con un comportamiento presuntamente inocente; la tasación del agua es un suceso histórico nefasto para la historia de la humanidad, ya que implica que el sector financiero ve próxima la escases de este recurso a nivel mundial.
Este año no para de sorprendernos con hechos propios del cine, más precisamente del género “ciencia ficción” en plena pandemia, donde el acceso al agua pasa a ser aún más central para poder desarrollar una vida digna, podemos mirar en una pantalla como el agua ha duplicado su precio en California a lo largo de este año. Mientras en el mundo más de 2 mil millones de personas no acceden al agua potable, se realiza esta tasación absurda, cruel y liberal que toma a este bien público como a cualquier otro bien comercial.
Mientras en este suelo y en el mundo se la contamina con agroquímicos, con la megaminería, se la mal gasta con granjas industriales y en menor medida en los hogares, en otros rincones la gente se muere por no poder acceder a ella, solo en nuestro país más de 8 millones de personas no tienen acceso al agua.
El término más acertado para esta situación es: “Mercantilización de la vida”, el agua es vida y lo que se está haciendo es especular sobre cuánto va a costarle a una persona vivir; en otras palabras vivir va a costar lo que los grandes especuladores financieros decidan, como ya ocurre con otros recursos. El neoliberalismo expone una nueva faceta, mucho más allá de lo que cualquier analista podía prever. Según el sociólogo Jose Seoane (director de la sede argentina del instituto Tricontinental) esta medida supone una intensificación de las políticas y las dinámicas empresariales en relación a la apropiación privada de las fuentes de agua, particularmente en el sur del mundo, con sus consecuencias de despojo, desmantelamiento y destrucción de las condiciones de vida de las poblaciones.
Nunca olvidemos que el acceso al agua potable es un derecho inalienable a todo ser humano, cuidémosla y luchemos para que el sistema imperante no nos termine de privatizar la vida.

Staff y Editores

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